Los empresarios advierten de que materiales como el aluminio o la madera vienen del este del continente | Los arquitectos reconocen que es un momento de “incertidumbre como nunca”
Pequeños soplos de aire fresco que insuflan optimismo al sector de la construcción en Pontevedra. Por un lado, satisfacción entre los constructores por la decisión del gobierno central de pagar a las constructoras la inflación en la obra pública al reequilibrio de hasta el 20% de los contratos en 2021 y, por el otro, la posibilidad de acceder a las ayudas europeas Next Generation, que supondrán, consideran los arquitectos, “un revulsivo de la economía”.
“Ante el incremento de los precios de los materiales desde todas las asociaciones de España se ha presionado a los ministerios de Transportes y Hacienda para la revisión de precios. Con esa subida muchas empresas están debiendo dinero o renunciando a los contratos, por lo que muchos terminan quedando desiertos al pasar mucho tiempo entre que se licita la obra, se adjudica y se ejecuta”, explica Javier Carballeda, gerente de la Asociación de Constructores de Pontevedra (ACP).
“Los precios suben tanto que las empresas de materiales no te dan un presupuesto a una semana vista, te lo dan a uno o dos días, lo que ralentiza todo. Pero no afecta solo al sector de la construcción, sino a todos. Y a mayores están las facturas de la electricidad, que disparan cualquier proceso productivo”, añade.
El decreto ley aprobado ayer por el Consejo de Ministros se aplicará a todas las obras de la Administración general del Estado, “las comunidades autónomas también lo pueden aplicar y, en teoría, también le daría a los ayuntamientos la posibilidad de ampararse en esta legislación para revisar los precios de sus concursos”, aclara Carballeda.
La revisión se realizará cuando el aumento de los costes haya tenido un impacto “relevante” en el contrato durante el año 2021, superior al 5 % del importe certificado en ese ejercicio y hasta un máximo del 20%.
Tras bajar en 2020, los precios de las materias primas registraron un fuerte incremento en 2021.
El problema será la obra privada, “en la que tendrá que haber un acuerdo entre la promotora y la constructora, lo cual es complicado”, reconoce el gerente de la ACP.
Los materiales que más difícil se lo están poniendo al sector son el aluminio, “con diferencia”, el acero, el cobre y la madera. “En obra pública el betún se está disparando, al ser un derivado del petróleo”, matiza Javier Carballeda.
Además, muchos de ellos provienen de los países en conflicto bélico actualmente, como el aluminio de Ucrania o la madera de Rusia.
“Va a afectar seguro, porque el precio del barril ya se está disparando. Al final esto es malo para todos, porque todo está conectado”, se muestra preocupado.
“La gente vivió encerrada y sufrió las carencias de sus viviendas y tienen una ilusión tremenda por hacer algo diferente»
Desde la delegación de Pontevedra del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia, COAG, Anselmo Villanueva también celebra la aprobación del decreto ley sobre la inflación en las obras y añade que con los fondos europeos Next Generation habrá líneas de ayudas para obra pública. “Es muy importante este aspecto porque va a ser un revulsivo de la economía. Estas ayudas permitirán hacer obra pública e incluso la adquisición de inmuebles. Ayudará a contrarrestar este momento de incertidumbre total desde el sector de la construcción y de la arquitectura”, resume.
Sin embargo, el arquitecto reconoce que es una época ilusionante a nivel de proyectos: “La gente vivió encerrada y sufrió las carencias de sus viviendas y tienen una ilusión tremenda por hacer algo diferente, pero cuando se quiere materializar este sueño y esa idea te das un golpetazo de realidad en el que ves que la situación es tremenda con la falta de materiales, subida de precios… incluso porque ya no sabes ni qué vas a poder poner. Hay materiales que vienen de Rusia, como determinadas maderas, o de otros países que por la situación que se está viviendo desde hace una semana deja todo en el aire”, apunta.
“Es un momento de incertidumbre como yo no recuerdo haber vivido nunca”, confiesa.
En este sentido, subraya que nunca antes el tener en cuenta los aspectos locales y globales estuvieron tan presentes. “No solo hay una demanda local de materiales, sino también global. Y también es importante analizar las consecuencias de los actos a nivel global, como ahora el hecho de que un país haya decidido invadir a otro y cómo va a repercutir en todo el mundo”, concluye.
@FarodeVigo