Automoción, construcción e inmobiliario, sectores que prevén crecer en Vigo en 2022

enero 3, 2022

El incierto contexto económico lleva a la prudencia de los líderes socioeconómicos. Optimismo en el “ladrillo” y los coches, y pesimismo en el naval. Pesca y comercio aspiran a mantener la situación actual

2022 se presenta como un año ‘bisagra’, de transición hacia la plena recuperación económica que el tejido empresarial vigués ubica a partir de 2023. Las previsiones más optimistas para este ejercicio las maneja la construcción y el sector inmobiliario, junto con la automoción siempre y cuando se normalice el suministro de los microchips. Todos los sectores apelan a la prudencia dado lo convulso que fue 2021 y atentos a la evolución de la sexta ola de la pandemia.

La Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) apunta a un año “muy incierto” para la pesca por el llamado efecto Ómicron que esta variante pueda dejar en las tripulaciones “con contagios, posibles cierres de fronteras o relevos de marineros”.»Existen otros factores como en el encarecimiento del gasoil para la pesca de un cien por cien en el último año, del frío industrial debido a la subida exponencial de la electricidad o el incremento los costes logísticos», indica el presidente de ARVI, Javier Touza. Pese a la difícil coyuntura, los armadores confían en “mantener la actividad y empleo en los actuales niveles y seguir desempeñando nuestro rol de sector estratégico”. “Hay que destacar la capacidad de sacrificio y resiliencia de nuestra gente del mar que demostró en 2020 y 2021 estar al nivel del gran reto que se nos asignó, el abastecimiento de los mercados”.

El sector del metal confía en “una recuperación sólida y relevante” ya este año que pueda incrementar la facturación un 6%. “La automoción será una de las industrias punta de lanza en la recuperación siempre y cuando se normalice el suministro de semiconductores”, señala Enrique Mallón, secretario general de Asime, que ve en la eólica marina “una magnífica oportunidad para consolidar a Galicia” en este nicho de mercado. Con todo, la patronal apunta a alcanzar los niveles previos de la pandemia a finales del primer semestre, circunstancia que estaría vinculada a dos factores: la normalización de la cadena de suministros y la fluidez de los fondos europeos. “El éxito de este nuevo Plan Marshall reside en gran parte en la permeabilidad de las ayudas a las pymes”, añade.

Para el sector de la construcción las previsiones son, a priori, buenas. “Las estimaciones pasan por un crecimiento de en torno a un 10%, se espera un fuerte incremento debido a los Fondos Next Generation que van a canalizar inversiones y también por el fuerte ritmo en creación de viviendas nuevas, en el caso de Vigo por la necesidad que hay y por su consideración como valor refugio”, explica Javier Carballeda, gerente de la Asociación de Constructores de Pontevedra (ACP).

El comercio ve complicado “hacer previsiones con rotundidad, dadas las circunstancias”.»Las expectativas por lo menos hasta mitad de año apuntan a seguir en la línea de la recuperación, pero ésta es muy lenta y podría mejorar hacia la segunda mitad del año siempre y cuando la situación sanitaria mejore», explica Enrique Lago, presidente de la federación provincial de comercio, que confía en que no haya desabastecimiento aunque no descarta “que se pueda producir algún retraso en la entrega de mercancía por la acumulación en determinados puertos”.

Precisamente el bloqueo portuario a nivel mundial y las tensiones logísticas derivadas por los ritmos diferentes de la recuperación económica y por el desfase entre la oferta y la demanda son algunos de los escollos a salvar en este ejercicio. Para 2022 se espera una progresiva normalización de la cadena de suministros y una suavización de la inflación que desahogue al tejido empresarial, que apunta a una recuperación económica plena a partir de 2023 si la pandemia lo permite.

Javier Touza. Cooperativa de Armadores