La Asociación de Constructores provincial asegura que son cientos de obras las que quedan «stand by»
El parón en el sector de la construcción debido a las últimas medidas decretadas por el Gobierno en el marco del estado de alarma deja un balance en la provincia de centenares de obras paralizadas, tanto públicas como privadas, y de unos 3.400 trabajadores afectados en la comarca de Pontevedra, según los datos de afiliación del último mes recogidos por Estatística.
Desde la Asociación de Constructores de Pontevedra se indica que a nivel provincial afectará a un cómputo global de 25.000 empleados. El gerente de la asociación, Javier Carballeda, destacó que el anuncio pilló al sector » por sorpresa, a pesar de que algo se había avanzado el pasado sábado, pero todavía desconocíamos cómo se iba a reflejar documentalmente».
Carballeda señaló que durante la jornada de ayer las empresas del sector se estuvieron dedicando «a cerrar y vallar las obras y a retirar los materiales y la maquinaria para que queden paralizadas en unas condiciones de seguridad y no haya ningún tipo de problema», apuntó el gerente de la asociación provincial.
Con respecto a la valoración que realizan sobre las medidas adoptadas por el Ejecutivo estatal, Carballeda apunta que «desde un primer momento nosotros adoptamos todas las precauciones para cumplir las medidas preventivas que se nos remitían desde Sanidad y evidentemente lo primero es frenar la pandemia, por lo que tenemos que acatar la decisión, pero es verdad que la premura con la que se nos ha avisado nos penaliza un poco en el sector».
Las nuevas directrices anunciadas por el Gobierno central también dejan un sabor agridulce a los representantes del tejido empresarial de la ciudad, y es que tanto la Asociación de Jóvenes empresarios de Pontevedra (AJE) como la Asociación de Empresarios da Mediana y Pequeña Empresa (Aempe) consideran que a nivel local son muchos los que se van a ver afectados.
En este sentido, el presidente de AJE, Jesús Rey, comentó que «si bien es cierto que la situación que estamos viviendo implica imponer unas medidas más restrictivas a nivel de salud pública, para los empresarios jóvenes y emprendedores estas nuevas directrices no ayudan a que continúen con su actividad en cuanto esto termine».
Rey señaló que «ni para los autónomos ni para los pequeños empresarios es sostenible continuar en estas condiciones. No tiene mucho sentido que se le tenga que pagar a un trabajador que no va a trabajar a cambio de que después recupere esas horas, cuando a lo mejor no va a haber actividad para ello. Por otra parte, estamos viendo que los autónomos están muy ahogados y ni siquiera se les perdona la cuota».
Por su parte, el presidente de Aempe, José María Corujo apuntó que, en su opinión, «la peor decisión posible que se ha tomado es la del permiso retribuido, porque no es tan fácil de soportar. No se van a recibir ingresos durante un tiempo y sin embargo se van a tener que reportar unas nóminas, lo que no me parece de sentido común. Creo que es pasarle la pelota de la problemática al sector empresarial».
Corujo indicó que «teniendo en cuenta la estructura empresarial de Pontevedra, no me cabe la menor duda de que esto va a ser un mazazo para la comarca, pero como para el resto de ciudades».