Entrevista a Javier Carballeda, gerente de la Asociación de Constructores de la provincia de Pontevedra
El sector de la construcción se ha mostrado como un pilar básico de la economía para salir de la crisis de la pandemia. Para darnos una idea, la Asociación de Constructores de Pontevedra(ACP) aglutina a más de un centenar de empresas, que emplean a unos 2000 trabajadores. Pero falta mucha mano de obra.
¿Qué balance se pude hacer tras un año de pandemia?
La construcción ha demostrado ser un sector muy importante para la encomia de este país. Creo que se demostró una capacidad de trabajo bastante importante durante la pandemia.
Una pandemia que trajo consigo una mayor demanda de obras de reforma.
LA gente valoro lo importancia de contar con una vivienda habitual adecuada, tanto por habitabilidad como para el teletrabajo. También se valoró mucho el tema de terrazas y balcones. Y contribuyo el hecho de que no había posibilidad de gastar en otras actividades, con el ocio, por lo que ese dinero se destinó a las reformas.
¿Podemos hablar de un “bum” de la construcción?
Si, se puede hablar de un pequeño bum. Si nos referimos a Vigo, al bum de las reformas, y al calor de la recuperación económica, se ha vivido una serie de bastantes promociones en la ciudad de obra nueva y de reforma de edificios, tras muchos años sin actividad por falta de un plan general. Esta situación se pude extender a toda la provincia.
Toda esa actividad coincide con una crisis de materiales y energía.
Es una situación que afecta a todos los sectores en general. Hay un desajuste entre la oferta y la demanda a nivel mundial que trae como consecuencia un aumento desmesurado de los costes del transporte marítimo y de los materiales. El acero, por ejemplo, se incrementó en un 10’5% en el último año, el aluminio, un 82%; el cobre, un 77%, la madera, un 50%; el petróleo, un 180%; la energía casi un 40%. Con esta situación en obra pública, donde el sistema de revisión de precios es muy tasado, hay proyectos que se tuvieron que parar o cancelar. Y se estima que en España el 75% de las empresas sufrieron algún tipo de desabastecimiento.
¿Cómo está afectando a Vigo y su área?
Es algo global, pero desde luego, muchas obras se han paralizado o ralentizado y los plazos no se pueden cumplir porque los materiales se han encarecido mucho. Hubo momentos en los que las empresas de materiales de construcción solo te garantizaban el precio para un día.
¿Qué perspectivas hay de salir de esta situación?3Esto no se va a resolver a corto plazo, porque estamos en una economía de escala globalizada. Esperamos que en el primer semestre de 2022 se empiecen a estabilizar los precios. También hay movimientos de inversores que ven una oportunidad de invertir en estas materias y esto produce una escalada de precios. Por eso es difícil hacer previsiones.
El PXOM ha iniciado su recorrido para ser aprobado.
Es una buena oportunidad para la construcción que se aporte seguridad jurídica y que los inversores y particulares tengan unas reglas del juego claras a las que atenerse. Es una buena oportunidad para impulsar la economía.
¿La construcción es uno de los motores para salir de la crisis?
Si, tanto de obra pública como de obra privada. En Vigo tenemos el ejemplo de las humanizaciones que está acometiendo el Ayuntamiento, que es bastante inversor, y dela Cidade da Xustiza y de Vialia, que esta generando sinergias con esta zona muy importantes, con promociones en este entorno, por no hablar de la reordenación de los accesos. Creo que va a ser bueno para la ciudad y para el área.
Y para el empleo. Sin embargo, ¿sigue habiendo escasez de mano de obra?
Es el otro gran problema que nos enfrentamos. Tenemos un sector muy envejecido y, como ha estado demonizado, cuesta que la gente joven se incorpore. Eso paradójico en un país, como España, con tanto paro juvenil y con tanta demanda de profesionales en el mundo de la construcción.
¿Han iniciado alguna acción desde ACP para paliar esta situación?
Vamos a iniciar campañas de sensibilización con la Federación Gallega de la Construcción y la Fundación Laboral. Queremos atraer a la gente joven y a las mujeres. Este es un sector muy masculinizado y el número de mujeres no llega al 10%. Estamos interesado en que se puedan incorporar. Es un sector con futuro y tiene un efecto multiplicador sobre la economía.
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