El ladrillo prevé que con la mejora de la «seguridad jurídica» se saquen varios proyectos de la «nevera».
Confía en una caída de precios pero sigue exigiendo el PXOM definitivo
La última década ha sido hostil para el sector de la construcción en Vigo. A los consabidos rigores de la recesión y el estallido de la burbuja inmobiliaria se sumó, en 2015, la sentencia que tumbaba el PXOM de 2008. Por ello no es de extrañar que el desatranque del ladrillo en la ciudad haya sentado -con las razonables reservas- bien entre los agentes. Una abrumadora mayoría entona similares argumentos: es un paso adelante para mejorar la «seguridad jurídica», para atraer inversiones, para satisfacer una demanda de entre 700 y 1.000 viviendas al año y para reactivar, tanto en empleo como en actividad, un motor económico que en general ha vivido diez años instalado en el ojo del huracán.
«Nuestra valoración no puede ser sino positiva», celebra Javier Garrido, presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios (Aproin). Garrido mira al futuro con confianza: prevé que «muchos proyectos» metidos en la «nevera» como consecuencia de la falta de sustento jurídico encontrarán encaje con la nueva norma. ¿Cuáles? «Solares de 20,30 o 40 viviendas que se van a poner ahora en el mercado, cuando antes no teníamos ni siquiera esa posibilidad». La Aproin, «sin ser demasiado optimistas», sostiene que con el flujo actual de la demanda la ciudad sería capaz de dar salida cada año a 700 viviendas nuevas. Además, esperan que con el aumento de la cantidad de suelo consolidado se vayan a «atenuar» los precios del «producto final». Es decir, de los hogares.
Estimaciones similares baraja la Asociación de Constructores de Pontevedra (ACP). Su gerente, Javier Carballeda, valora el paso dado por el Ayuntamiento como un «punto de inflexión» en la trayectoria del sector, y fabula con que la ordenación provisional se «propiciará que se saquen al mercado entre 2.000 y 3.000 viviendas en los próximos tres o cuatro años». «Lo normal es que Vigo sea capaz de absorber 1.000 al año de nueva construcción». Su deseo, claro, es nítido: que a partir del próximo año «ya podamos empezar a ver muchas grúas en la ciudad, que es lo que todos deseamos». Los constructores siguen defendiendo su carácter «vectorial» en la economía, capaz de «tirar» de la actividad de muchos otros sectores, y de generar «mucha riqueza y empleo» habiendo aprendido -eso sí- de las lecciones que extrajeron de los sinsabores del bum.
Los arquitectos aguardan igualmente un repunte en su carga de trabajo. La delegación en Vigo del Colegio de Arquitectos de Galicia, con Manuel Martínez al frente, cree que la ordenación vendrá «a sumar a la recuperación paulatina del sector» y «animará a particulares y a todos los profesiones a emprender proyectos». «Es una noticia positiva porque, en principio, el suelo urbano consolidado se va a liberar», festeja Martínez, aunque propone a los interesados asesorarse con un arquitecto para conocer si todas las parcelas cuentan con los «servicios» (agua, luz, alcantarillado) necesarios para edificar.
No obstante, pese al avance, hay quienes no se olvidan de que queda una meta por alcanzar: el ansiado PXOM. Benito Iglesias, presidente de la Federación Galega de Inmobiliarios (Fegein) es severo al respecto. Reconoce que hay «muchos ojos» puestos en el ladrillo de Vigo pero sin un Plan en regla, podrían quedarse en nada. «¿Que hay muchas posibilidades de que Vigo pegue un sprint? Por supuesto, pero nadie lo va a hacer de forma clara hasta que el PXOM esté aprobado definitivamente», zanja.
Por su parte, Juan Arnaiz, socio especializado en Urbanismo del bufete Auren, reconoce que la ordenación provisional «es muy buena» aunque será el Plan General la solución última: «Está claro que la ausencia de PXOM supone alteraciones en el valor del suelo y, al haber menos, aumenta su carácter especulativo».
Javier Garrido – Presidente de Aproin«Habrá solares de hasta 40 viviendas que se van a poner en el mercado»Javier Carballeda – Gerente de ACP«Esperamos ver el año próximo muchas grúas en la ciudad»
Manuel Martínez – Presidente del Colegio Arquitectos Vigo«La ordenación se suma a la recuperación; animará a emprender proyectos»
Benito Iglesias – Presidente de Fegein«Vigo puede dar un esprint, pero no lo hará hasta el PXOM definitivo»
@FarodeVigo