¿Qué espera la economía viguesa de 2021? Una representación del entramado empresarial de Vigo y Galicia analiza para «Atlántico» las perspectivas para el próximo año, con un optimismo moderado y sin perder de vista la evolución sanitaria que será la que marque el rumbo de la economía y también los fondos europeos para la recuperación pos-covid a los que se agarrarán muchos sectores estratégicos.
La presidenta del Círculo de Empresarios de Galicia, Patricia García, confía en que la comunidad gallega «empiece a salir de la crisis, como muy pronto, a partir del segundo trimestre. Si conseguimos controlar los rebrotes y proteger con la vacunación, tal vez en primavera podría comenzar la vuelta a la normalidad». García apunta a la llegada de las ayudas europeas como una oportunidad «que va provocar cambios importantes en el mundo de la empresa, en aras de su digitalización y de la sostenibilidad y, por tanto, deberían incidir en un cambio de modelo económico».
Desde la Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia (Asime) confían en una recuperación moderada para el próximo año. «El primer trimestre no va a ser bueno, nuestras empresas ya están trabajando un una estrategia muy clara de resistencia, de aguantar hasta que la situación se normalice y tan pronto como eso suceda, la industria gallega volverá a repuntar», señala el secretario general, Enrique Mallón. La patronal del sector metalúrgico -que representa el 20% del PIB de Galicia-, apunta a un segundo semestre de crecimiento que podría dejar, en el mejor de los casos, un aumento de la facturación anual de un 8%. «Es cierto que los niveles anteriores a la crisis no se podrán recuperar por completo hasta como mínimo 2022, pero estamos seguros de que en 2021 asistiremos a un escenario de recuperación que se irá consolidando a corto y medio plazo». En automoción, pese a la buena marcha de la industria viguesa, de cara a los próximos meses Asime recuerda que «se esperan ciertos impactos» por el inminente cambio del impuesto de matriculaciones «que tendrá un impacto negativo en la venta de coches». Para el naval, prevé un periodo 2021-2022 complejo y para la aeronáutica también, hasta, 2023 por lo menos.
Desde el Clúster de Automoción de Galicia (Ceaga) apuntan a «perspectivas a medio plazo positivas para el sector, actualmente con la planta de Vigo de PSA batiendo récords de fabricación a pesar de la pandemia» y la red de fabricantes de componentes «en torno a un 80% de su capacidad por encima de lo esperado», indica el gerente Alberto Cominges en la publicación Infocluster. Ceaga también tiene la vista puesta en los fondos europeos Next Generation a los que accederá junto con CTAG y PSA. «Nuestra mayor fortaleza es la fuerte cooperación sectorial que nos permite afrontar esta etapa de profundos cambios», indica.
El sector de la construcción también tiene sus esperanzas puestas en las ayudas de la UE con «un impacto en la obra pública que se haga extensiva a la privada y logre animar al sector que es tractor y puede generar mucho empleo directo e indirecto». «Afrontamos el año con ciertas esperanzas, pero también con mucha cautela porque todo va a depender de la evolución sanitaria», explica Javier Carballeda, gerente de la Asociación de Constructores de Pontevedra (ACP). «La pandemia lo condiciona todo y nuestro sector, aunque ha capeado este año bastante bien, no es ajeno a la crisis».
El comercio, uno de los más castigados, confía en «una recuperación del turismo para que se anime el consumo que está muy retraído y no podemos olvidar cuando finalicen los ERTE y crezca más el nivel de paro», indica Encarna Álvarez, presidenta de los comerciantes del barrio del Calvario y fundadora de la Federación de Comerciantes de Vigo. «En el pequeño comercio tenemos el campo muy limitado con el comercio on-line y las grandes superficies, pero está habiendo mucha concienciación con la compra en el barrio y de proximidad, así que esperemos que siga siendo así. Confío en que salgamos pronto de esta situación y que siga habiendo ayudas para pequeños y autónomos, los colectivos más vulnerables en esta crisis».
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