El ahorro de las familias, el confinamiento en los hogares y el teletrabajo explican el incremento de estos servicios.
Es uno de los pocos sectores que actualmente tira de la economía. Cuando la pandemia ha arrasado con parte del tejido económico, la construcción sigue adelante con buenos números. Concretamente, el sector de reformas y rehabilitación pasa por un buen momento de manera que sin salir de la comarca es posible encontrar empresas que han multiplicado por dos su facturación en solo un año y aumentado el número de trabajadores para poder acometer todos los proyectos previstos.
A falta de cifras definitivas, el gerente de la Asociación de Constructores de Pontevedra, Javier Carballeda, estima que tanto la rehabilitación de edificios como la reforma de viviendas particulares ha aumentado entre un 30% y un 40% en el último año en la provincia.
Entre las causas, el empresario señala que «la pandemia influyó mucho» en este tipo de obra, sobre todo «porque la gente ha pasado más tiempo en casa con el confinamiento y el teletrabajo. Y porque la hostelería ha estado cerrada y ha habido cierres perimetrales entre ayuntamientos y comunidades», lo que ha dado pie a transformar los lugares de residencia. «Lo que la gente no se ha gastado en viajes lo ha dedicado a reformar su vivienda. Se ha dado cuenta de que es un bien muy importante en su vida», destaca.
Sobre las reformas, el portavoz de los constructores de la provincia señala que «lo que más se ha reformado son los baños y las cocinas», así como distintas estancias para «adaptar la casa al teletrabajo, habilitando espacios para que funcionen como oficinas».
«La gente va invirtiendo lo ahorrado en los últimos meses para hacer pequeñas reformas y dar un lavado de cara a sus casas»
A nivel de rehabilitaciones, indica que buena parte de las actuaciones han ido encaminadas a la mejora integral de edificios. «Por ejemplo, en Vigo y Pontevedra se ha promovido bastante obra nueva en los últimos años, pero son ciudades que no tienen un plan general aprobado nuevo, por lo que la gente tiene que aprovechar las opciones que hay».
LAS EMPRESAS. Es el caso de Reforven Galicia S.L., con sede en Redondela y A Coruña, que en el último año ha visto incrementada su facturación en más de un 50% y ha aumentado su plantilla. «Antes no llegábamos a 30 y ahora somos 50 trabajadores», subraya el coordinador de trabajos de la empresa, Junior Rodríguez. «La gente va invirtiendo lo ahorrado en los últimos meses para hacer pequeñas reformas y dar un lavado de cara a sus casas», manifestó y apuntó también a un aumento en la demanda de rehabilitación de edificios de los activos bancarios para su venta posterior.
Coincide con él Alberto Lourido, gerente de Sergama, empresa de construcción con sede en O Grove que se dedica a la realización de trabajos en altura y que en el año pasado registró una facturación de 180.000 euros más que el año anterior. «Es un sector en el que apenas ha habido casos de coronavirus porque trabajamos bastante aislados, y eso nos ha ayudado», manifestó.
También las empresas pequeñas constatan el importante aumento en la demanda de actuaciones tanto en exterior de edificios como reformas en el interior de viviendas. Javier Iglesias, responsable de J. Iglesias e Hijo, de Poio, destaca que si antes de la pandemia recibían una media de dos llamadas a la semana, ahora su empresa cuenta entre dos y tres solicitudes diarias. Obras como pintura de interiores, acondicionamiento de fincas y jardines, arreglo de tejados y cubiertas son algunas de las que tienen más demanda, asegura. «Nos hemos planteado contratar a más trabajadores, pero es complicado encontrar a gente cualificada ya que hay mucha oferta», señala.
Otro indicador del buen estado del sector, asegura este constructor, es que la demanda de actuaciones se ha mantenido durante todo el año: «Normalmente después de enero solíamos tener un pequeño bajón, ahora tenemos solicitudes hasta septiembre».
Del buen estado de salud del sector de la construcción en la comarca habla también el incremento de licencias municipales destinadas a la construcción o rehabilitación de edificios y viviendas unifamiliares.
Según los últimos datos aportados por los servicios técnicos municipales de Pontevedra, solo entre enero y junio de 2020 se contabilizaron 407 solicitudes correspondientes a comunicaciones previas de obra, 23 licencias de obra menor y 23 licencias de obra mayor, lo que supuso un volumen similar al registrado en años anteriores pese a coincidir con la crisis sanitaria y la tendencia fue en aumento. Es el caso de Poio, que en el año 2020 contabilizó un 58% más de obras, entre ellas las correspondientes a trabajos menores como rehabilitación de fachadas o dotación de envolvente energética de las viviendas.
También en Marín el aumento de este tipo de servicios ha sido muy significativo en el último año. Así, el organismo local aprobó 50 licencias entre 2019 y 2020, y ya anunció que se espera un incremento sustancioso en el balance de final de este año. En Sanxenxo, los permisos para las reformas pequeñas que no necesitan licencia de obra mayor aumentaron en 2020, con 551 tramitaciones frente a las 508 de 2019.
INFORME. Según el Informe Anual sobre el sector de la Reforma en España, elaborado por el portal de construcción Habitissimo, el volumen de negocio del sector experimentó un incremento en el año 2020 respecto al año anterior del 3 al 5%, pudiendo alcanzar cifras cercanas a los 29,3 mil millones de euros a nivel nacional. Esta cifra implicaría que, de media, cada hogar habría invertido 1.552 euros en mejorar su vivienda en 2020, un 3,5% más que en 2019.
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