La construcción busca en hostelería personal para el aluvión de reformas

“Hay una demanda desmedida”. Lo perciben los empresas constructoras, los trabajadores autónomos y los proveedores. El confinamiento ha disparado la demanda de reformas en las viviendas. Por un lado, durante tres meses se han acumulado reparaciones en edificios habitados, a los que no se podía acceder si no era por situaciones urgentes. Por otro, la gente ha tenido mucho tiempo para redescubrir sus casas y detectar aspectos que quieren cambiar. Y no faltan los que quieren poner a punto segundas residencias o casas con finca que tenían abandonadas para el verano y por si hay que volver a encerrarse. Este nuevo escenario se suma a un viejo problema en el sector: el déficit de personal. Las asociaciones profesionales advierten de que la situación es “preocupante” y proponen la reconversión de los trabajadores de la hostelería o el turismo en este campo.

Esa mayor actividad tiene reflejo en los datos oficiales. El paro en la construcción cayó el mes pasado en la ciudad de Vigo en un 4,2% y, en la comarca, una décima más. A nivel gallego, la afiliación a la seguridad social en la construcción de edificios creció un 3%.

“Es un continuo de gente pidiendo presupuestos. Es algo que no recuerda nadie en el ámbito de las reformas en viviendas”, destaca Félix Rey de Constructora Rey y coordinador en la Asociación Gallega de Construcción (Agalco). Cree que “la gente acaba de descubrir sus casas” durante el confinamiento y piden obras de todo tipo, pero sobre todo en las que ganan luz para la vivienda. “Están preocupados por si les vuelven a confinar”, apunta.

Rey cuenta que recibieron en su empresa han recibido “bastantes llamadas” de personas preguntando si compraban pisos y los cambiaban por casas con algo de finca, aunque no fuera mucha. También les han entrado trabajos que nunca habían hecho: galpones en la costa o el monte. “Los quieren preparar para el verano y por si vuelve el confinamiento en invierno”. También rehabilitaciones de casas viejas. En la línea de reformas en viviendas están dando cita ya para enero. En cambio, en su línea de construcciones y grandes obras, tienen encofradores en ERTE. “Va más lento, no hay capacidad de endeudamiento”, razona.

Ellos no las hacen, pero es conocedor que los que realizan pequeñas reparaciones están “sobrepasados” por todo el trabajo acumulado. “Después del parón, como había muchas obras pendientes, hay aluvión de reformas y reparaciones. Muchos siniestros se empiezan a reparar ahora y muchos quieren aprovechar el buen tiempo”; confirma Javier Carballeda, gerente desde la Asociación de la Construcción de Pontevedra.

“El déficit de mano de obra cualificada es muy acusado y, sobre todo, de encargados y capataces”, analiza el presidente do Consello Territorial de Galicia da Fundación Laboral da Construcción, Diego Vázquez Reino. “Los que tenemos se están haciendo mayores y no hay reposición, hay que tomar cartas en el asunto”, alerta. Calculan que el sector necesita 4.000 trabajadores en la comunidad. Al igual que Carballeda, ve en la hostelería y el turismo, muy afectados por la pandemia, sectores en los que captar trabajadores. “En 2008 muchos se fueron de la construcción por la crisis y hoy vemos posible su vuelta con un reciclaje en formación”, señala Vázquez. Sobre todo, en prevención de riesgos laborales.

Vázquez lidera un proyecto para incluir formación en ciclos de FP dual y apunta deberes para el sector: “Nos cuesta atraer jóvenes; tenemos que volver a hacerlo atractivo, dar a conocer sus bondades porque ha mejorado mucho, sobre todo, en tecnificación e industrialización. No es de la dureza que era”.