Alud en Galicia de 96 obras públicas desiertas por el aumento de costes

Nadie acudió a estas licitaciones por valor de 20,5 millones // Tras Cataluña es la comunidad más afectada // La mayor, para ADIF en un viaducto sobre el Ulla

Los sobrecostes en la energía, el alquitrán, el acero y otras materias primas están pasando una cruda factura en la obra pública. La Confederación Nacional de la Construcción (CNC) alertó este jueves de que las licitaciones que están quedando desiertas en España en los últimos meses, desde noviembre de 2021, rozan ya el medio millar y superan los 230 millones de euros.

Así lo certificó el presidente de esta patronal, Pedro Fernández Alén, en la presentación de un informe que recoge licitaciones desiertas correspondientes a todas las administraciones y repartidas por España. De todo tipo, desde grandes actuaciones a otras de menor dimensión.

Tras Cataluña, donde el agujero por las 200 licitaciones desiertas escala por encima de los 50 millones de euros, se sitúa segunda la comunidad gallega, con 96 paralizaciones de obras públicas por incomparecencia de ofertas, por un valor global de 20,5 millones. A mayor distancia figuran Andalucía (46 desiertas), Comunidad Valenciana (32) y País Vasco (24). Únicamente Canarias no registró ni una obra desierta.

Según el estudio, la de mayor cuantía afectada ascendió a 37 millones de euros y se dio en Asturias, la ampliación y reforma del Hospital Universitario de Cabueñes – Gijón. La cuantía media por licitación venida abajo fue de 475.000 euros. Del total de 484 obras detalladas sin empresas que las asuman, 35 –el 7 %– tenían un presupuesto superior al millón de euros.

En la comunidad gallega se se detalla, con cerca de 4,1 millones de euros, como la mayor que quedó desierta la ejecución del proyecto constructivo para los trabajos de finalización de los carros de mantenimiento del viaducto sobre el Río Ulla, las escaleras y plataformas de acceso por el interior del tablero, así como el análisis y definición de un sistema de protección frente al viento transversal. Corría a cargo de ADIF Alta Velocidad.

Pero hay de todo, desde actuaciones energéticas en colegios y centros socioculturales a mejoras en viales. La demenor cuantía, 9.600 euros, era para la supresión de barreras arquitectónicas y mejora de la eficiencia energética en el Concello de Muras.

La patronal atribuye este agujero a “unos precios desfasados, muy por debajo de la realidad del mercado que no recogen además el alza del coste de las materias primas”, lo que “está provocando una importante paralización de la obra pública en nuestro país”, según Fernández Alén. “No tener en cuenta en los proyectos que se liciten este encarecimiento y en los pliegos algún mecanismo de revisión de precios –avisa– puede poner en peligro la recuperación económica del país”.

Y es que la patronal sostiene que este frenazo también afecta negativamente a la recuperación económica, tanto por la envergadura de las obras como por los miles de puestos de trabajo no creados debido al vacío empresarial. De esta manera, entre los centenares de proyectos que han quedado desiertos aparecen obras cuya parálisis impacta en la vida de millones de personas: centros educativos, carreteras, viaductos, líneas de alta velocidad, museos…

Instó la CNC a tomar medidas ante la escalada de los precios de materias primas, materiales o energía, y también a acelerar la burocracia en la tramitación de ayudas. Según el estudio en octubre pasado el alza de precios de los materiales habría llevado a cuatro de cada diez empresas a cancelar o paralizar sus obras. Desde entonces, la situación se ha agravado.

Piden con urgencia establecer un sistema automático de reequilibrio de precios que permita hacer frente a ese sobrecoste y tenga en cuenta las alteraciones posteriores a la presentación de ofertas, tanto al alza como a la baja, que dote de estabilidad a los contratos. También introducir en los pliegos los precios de mercado, tal y como exige la Ley de Contratos del Sector Público, actualizando los que aparecen en proyectos anteriores a 2020. De no ser así, avisan, seguirán quedando desiertas las obras. Confían en que se incluyan cláusulas de revisión “para que merezca la pena licitar”

@ElCorreoGallego