La reapertura se rueda a cámara lenta

La mayoría del comercio esperará a la fase 1 para abrir las puertas; quieren evitar citas previas y disponer de terrazas | Peluquerías, ferreterías y empresas de reformas lideran la desescalada

La recuperación va casi siempre por barrios. En tiempos de coronavirus, por fases. En la cero, la que ha permitido las reaperturas tras 51 días de clausura para el grueso del comercio y los servicios en España, ha empezado por las cabezas. La foto de los primeros pasos de esta escalada ha sido para peluquerías y barberías, con fuertes restricciones de aforo e higiénicas, pero con listas de espera. Los clientes estaban ahí, tan confinados como los que necesitaban bombillas y brocas y los que tenían obras pendientes en casa. Han sido estas tres actividades -de peluqueros, ferreterías y empresas de reformas y construcción- las que, a juicio de los representantes empresariales consultados por FARO, se han deshibernado en primer lugar. En todo caso la reapertura ha sido al ralentí, tanto en Galicia como en el conjunto del país; la mayoría de los negocios esperarán al día 11 cuando, si la evolución de la pandemia no da un giro negativo, podrán atender al consumidor sin cita previa y en las terrazas. Y, además, habrán tenido tiempo de adaptar sus locales a las normas higiénicas fijadas por el Gobierno, publicadas el domingo en el BOE a las cinco menos cuarto de la tarde.

La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) realizó ayer un sondeo en 2.000 negocios, que ratificó esta sensación de cámara lenta. El 70% de los salones de estética, peluquerías, ferreterías o centros de reparación abrieron ayer sus puertas. El presidente de la Federación de empresarios de la Peluquería y Estética de Galicia (Fepega), Jesús Sáinz, avanzó que las listas de espera están completas hasta el jueves, en el mejor de los casos. Las limitaciones -dos limpiezas diarias, distancias de seguridad y solo un cliente por trabajador- tienen un impacto evidente en la facturación, con la consiguiente reducción de plantillas. Mejores sensaciones tuvieron ayer las empresas dedicadas a reformas y rehabilitaciones, que hasta ahora no podían trabajar en edificios con vecinos, aunque ayer era festivo por convenio en la provincia de Pontevedra. «Ha sido una muy buena noticia para los negocios más pequeños», apreció el gerente de la Asociación de Constructores de Pontevedra (ACP), Javier Carballeda. El BOE del domingo también suavizó las restricciones para la movilidad de las cuadrillas. «En una furgoneta de nueve plazas, si llevan mascarilla, pueden ir ya seis personas. Muchas empresas pueden retomar ya una relativa normalidad».

En el comercio al por menor la desescalada fue mucho más tenue, con en torno a un 30% de reaperturas, de acuerdo a la misma encuesta de UPTA. «La resistencia tiene un límite, llevamos muchos días sin generar ningún ingreso», expuso el presidente de la Federación Gallega de Comercio, José María Seijas. Las limitaciones de aforo y atención de esta fase cero fueron condicionantes por el modelo de atención de los propios negocios. «Es complicado, la obligación de una cita previa elimina las compras por impulso, que son muy importantes». De nuevo, Seijas ha reclamado la extensión de los ERTE por fuerza mayor y hacia una desactivación escalonada. «Hasta que el empresario pueda asumir la plantilla que tenía. Si tarda seis meses, por seis meses; si tarda un año, lo mismo».

En un escalón muy inferior se quedaron ayer los negocios de restauración y, sobre todo, las agencias de viajes. La reapertura de los primeros -podían abrir para entrega a domicilio o con servicio de recogida, también con cita previa- se quedó en el umbral del 7%. La posibilidad de contar con terrazas, aventura el sector, favorecerá una reactivación más pronunciada. Las agencias de viajes, por contra, todavía no tienen claro su calendario. «Entraríamos a partir del día 11, pero está todavía en el aire. Si no hay movilidad de la población no tiene mucho sentido que abramos», lamentó el presidente de la Asociación Gallega de Agencias de Viajes (Agavi), Juan Rivadulla. «Es necesario que a lo largo de esta semana comiencen a funcionar la mayoría de los negocios que cumplen con los requisitos establecidos. Además de facilitar más información, la administración debe suministrar a los empleadores el material necesario que exige la legislación para cumplir con los requerimientos en materia de salud laboral: mascarillas, geles, guantes…», reivindicó el presidente de UPTA, el gallego Eduardo Abad. La Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) no remitió los protocolos de higiene y seguridad a sus asociados hasta la mañana de ayer. «Estábamos esperando por el BOE». Las agencias también esperarán al día 11 de forma mayoritaria, según el presidente de esta asociación, Benito Iglesias. «Se estuvieron haciendo algunos trámites de urgencia, sobre todo renegociaciones de contratos de alquiler» para aplazar pagos. La venta online de inmuebles sigue siendo una tarea pendiente.

@FarodeVigo