La vuelta del ladrillo tras Semana Santa: seguridad, subcontratas movilizadas y pendientes del material

Los proyectos de Vialia y Porta do Sol preparan su reanudación inminente y la Xunta confirma la del Xeral -El sector urge facilidades de transporte para evitar plantillas mermadas y algunas empresas prevén pérdidas del 15% este año

La construcción prepara su particular Operación Retorno. El levantamiento del decreto que pautaba la restricción a la actividad no esencial -el conocido como «cerrojazo» económico- el próximo 9 de abril ha devuelto un horizonte esperanzador al sector, que ya hace planes para regresar a pie de obra tras la Semana Santa. A la espera de que el Gobierno determine las condiciones del regreso, y siempre velando por las condiciones de seguridad, las administraciones y las empresas a cargo de los grandes proyectos han comenzado ya a movilizar a las subcontratas y a perfilar sus planes de vuelta al tajo, no sin cierta incertidumbre por la disponibilidad de las plantillas o por los problemas de escasez de suministros detectados en las semanas previas al parón. Pese a todo, solo la idea de volver es un motivo de alivio: la actividad son ingresos, y los ingresos son puestos de trabajo. «Las empresas tienen la mente puesta en la semana que viene. Han sido dos semanas de parón y necesitan trabajar para seguir adelante y pagar a los empleados», sintetiza Javier Carballeda, gerente de la Asociación de Constructores de Pontevedra. La construcción aporta el 4,4% al PIB vigués: 313 millones anuales, según los últimos datos que proporciona Estatística.

Si Moncloa no decreta lo contrario, la fecha para la reanudación será el martes, pues el lunes está recogido como festivo en el convenio sectorial. Sin embargo, no se descarta que algunas constructoras aplacen la libranza para recuperar cuanto antes el tiempo perdido. Ayer, entre las voces críticas, la CIG consideró el regreso «precipitado».

Desde que Pedro Sánchez anunció el sábado que no prorrogaría el «cerrojazo», las empresas han acelerado los contactos. Ocurre así en el complejo Vialia, la actuación más ambiciosa de la ciudad (adjudicada por 83 millones). «Lo principal es volver a la actividad con normalidad, que vuelvan los trabajadores y que no haya problemas con ellos. Asegurar el empleo es nuestra prioridad. Igual arrancamos pero no a velocidad normal, está por ver el impacto que ha tenido esto», puntualizan fuentes de Ceetrus, la impulsora del centro. En los últimos días han convocado reuniones con la cadena de proveedores para superar los «problemas» de escasez de algunos suministros y confían, asimismo, en que el Ejecutivo relaje las restricciones a la movilidad para permitir la llegada a Urzáiz de los trabajadores desplazados.

La situación es muy similar en la construcción de la Cidade da Xustiza. La Xunta confirmó ayer su reanudación el lunes, como parte de las otras 510 proyectos autonómicos que se retomarán en Galicia. «Reactivar la Cidade da Xustiza en Vigo es una excelente noticia para las familias», resaltó ayer Alberto Núñez Feijóo. Desde la constructora Grupo San José, adjudicataria de la reforma, se ponía énfasis en la «incertidumbre» que supone el transporte de los operarios -dado que se prohíbe más de un ocupante por cada fila de asientos-, en las dificultades de algunas subcontratas portuguesas para cruzar la frontera o en las ausencias entre el personal. «Teníamos problemas en las anteriores semanas que supongo que se mantendrán», explica Pablo Espada, jefe de obra. «Los lunes, podía faltar un tercio del personal porque estaba parado en controles. Y entre la gente que es sector de riesgo, muchos están de baja». Por eso Espada es cauto para hablar de plazos (la obra tenía previsto su finalización este año). Sin ir más lejos, en el Pirulí ya se trabajaba los sábados. «No sabemos lo que nos vamos a encontrar el martes».

Con el desmontaje de andamios en la fachada o el excavado del parking paralizado justo en el momento del decreto, entre otras fases, ahora toca poner en marcha la maquinaria. Incluida la macrogrúa de 85 metros que estaba previsto instalar en marzo. Momentos antes del parón, en San José también hicieron acopio de materiales, conscientes de los problemas de distribución.

En la construcción del túnel de Porta de Sol, fuentes de Civis, encargada de la obra en UTE con Gevora, aseguran que su plan es volver a la obra el martes a las 8 de la mañana, a la espera, eso sí, de la luz verde final del Ayuntamiento y de los eventuales requisitos del Gobierno.

La seguridad para todos es el prioridad 1. En el Xeral se han instalado nuevas casetas de comedor y vestuarios para que los operarios mantuvieran las distancias, y los trabajos se reorganizan para evitar aglomeraciones. Y en Vialia, donde recientemente se han sometido a inspección, se han distribuido Epis. El Instituto de Seguridade e Saúde Laboral de Galicia (ISSGA) recomienda mantener una distancia de 2 metros entre el personal, pautar horarios para la entrega de mercancías, no compartir herramientas o evitar compartir vehículos.

Obra privada

En lo privado, constructoras como Desarrolla -con 25 obras en Vigo, un tercio de ellas por encima del millón- volverán a partir del día 13 «a tope», e «intentar recuperar el tiempo perdido», asegura su director en Vigo, Yago Iglesias. ¿Cómo hacerlo? «Intentando ampliar la jornada a sábados y aprovechar los de abril y mayo para compensar el retraso». En dos o tres meses confían en volver a los cronogramas de antes de la crisis. Aún así, ya calculan que el virus ha afectado «más o menos un 15%» a la ejecución de obras y la contratación, en un momento en que el ya gestionaban cifras de contratación como las de antes del estallido de la burbuja. «Va a costar bastante recuperar la confianza a nivel privado. El mercado hasta dentro de 6 meses no creo que se estabilice», diagnostica Iglesias.

@FarodeVigo