La construcción crea una nueva patronal que reemplaza a APEC

Víctor del Canto preside la recién nacida asociación empresarial

La Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción (APEC) ya tiene relevo. Bajo la presidencia de Víctor del Canto, de Civis Global, acaba de crearse la nueva patronal del sector: Asociación de Constructores de Pontevedra (ACP). La entidad nace fruto de la preocupación de los responsables de un grupo de empresas que soportan una parte importante de la carga laboral que genera la actividad, y que decidieron dar un paso al frente conscientes de que sin patronal no hay interlocución posible en la negociación colectiva. Y el convenio venció el pasado 31 de diciembre.

La descomposición de APEC, que está en plena fase de liquidación tras ser incapaz de superar el concurso de acreedores, dejó al sector huérfano en el terreno del diálogo social. «Es una situación que no se podía prolongar», resume Víctor del Canto, que confirma que ya han registrado los estatutos, están fijando los primeros contactos con los sindicatos y se han incorporado a la nómina de entidades de la Confederación de Empresarios de

Pontevedra (CEP). De hecho, mientras no disponen de sede propia, ocupan una de sus oficinas.

Junto a Civis Global la lista de empresas fundadoras de ACP la integran Covsa, Taboada Ramos, Ramírez, XAC, Narom y Setga. En conjunto suman unos 800 empleados de los 15.000 que, incluidos los autónomos, tiene el sector en la provincia.

Del Canto confirma que el reto más inmediato pasa por abrir la mesa de negociación. «Necesitamos un convenio que sea bueno para todos», dice. Es una afirmación que comparte el responsable de construcción de la CIG, Xoán Melón, que señala que «o que queda do sector na provincia despois da devastadora crise levaba un tempo esperando esta nova asociación. Ata o de agora non tiñamos con quen falar».

Fue precisamente la crisis la que propició el hundimiento de APEC. Aunque trató de evitar la quiebra fue incapaz de superar el concurso de acreedores. Ni siquiera le salió bien el intento de hacer caja con la venta de la sede del Casco Vello.

Cuando ya tenían apalabrada la operación, que les permitiría saldar la deuda con Abanca, su principal acreedor, el Consorcio del Casco Vello la paralizó. Les recordó que se habían hecho con el edificio en licitación pública y que el compromiso pasaba por no enajenarlo antes de 10 años como mínimo, pero solo habían pasado siete.

@LaVozdeGalicia